De acuerdo con declaraciones de personas expertas, el contenido problemático y las cuentas anteriormente vetadas han presentado un incremento considerable en el corto tiempo desde que Elon Musk se ha hecho cargo de la compañía.
Por Sheera Frenkel y Kate Conger
Sheera Frenkel escribe sobre desinformación y plataformas de redes sociales. Kate Conger reporta sobre Twitter y Elon Musk.
2 de diciembre de 2022.
Antes de que Elon Musk comprara Twitter, los insultos en contra de personas afroamericanas aparecían en esta red social, en promedio, 1,282 veces diarias. Después de que el multimillonario se convirtiera en dueño de Twitter, ascendieron a 3,876 por día.
Los insultos contra hombres homosexuales aparecían en Twitter en un promedio de 2,506 veces diarias antes de que Musk estuviera a cargo. Poco después, el uso de este tipo de insultos se elevó a 3,964 veces por día.
Por su parte, las publicaciones antisemitas referidas a personas judías o al judaísmo se
dispararon en más de 61% durante las dos semanas posteriores a que Musk comprara la red social.
Estos hallazgos —producto de investigaciones del Centro para Combatir el Odio Digital (Center for Countering Digital Hate), de la Liga Antidifamación (Anti-Defamation League) y de otros grupos que estudian plataformas en línea— ofrecen el panorama más exhaustivo, a la fecha, sobre cómo el diálogo en Twitter se ha transformado desde que Musk completó la transacción por 44 mil millones de dólares para adquirir la compañía a finales de octubre. A pesar de que las cifras son relativamente bajas, las y los investigadores afirman que estos incrementos resultan atípicamente elevados.
La transformación en el discurso es sólo el inicio de un conjunto de cambios en la plataforma bajo la administración de Musk. Las cuentas que Twitter generalmente eliminaba —aquellas identificadas como parte del Estado Islámico, prohibidas después de que el gobierno de los Estados Unidos lo clasificara como un grupo terrorista— han regresado con furia, mientras que las cuentas asociadas con QAnon, una amplia teoría conspiratoria de extrema derecha, han pagado por recibir el estatus de verificación en Twitter, lo cual les ha brindado una pátina de legitimada.
Estos cambios son alarmantes según las y los investigadores, quienes agregaron que nunca habían observado un incremento tan marcado en el discurso de odio, en el contenido problemático y en el regreso de cuentas anteriormente suspendidas durante un periodo de tiempo tan corto en una plataforma masiva de redes sociales.
“Elon Musk mandó la bati-señal a todo tipo de personas racistas, misóginas y homófobas de Twitter para comunicarles que la red social estaba abierta para hacer negocios. Estas personas han reaccionado en consecuencia.”
dijo Imran Ahmed, director ejecutivo del Centro para Combatir el Odio Digital.
Los cambios de Musk incluyen permitir que el ex presidente Donald J. Trump regrese a Twitter, después de haber sido vetado debido a que sus tuits podrían incitar a la violencia.
Musk, quien no respondió a nuestra solicitud de comentarios, ha expresado la opinión de ser un “absolutista de la libertad de expresión” y de creer que, en línea, las discusiones no deberían tener traba alguna. Musk ha actuado con prontitud para reformar las prácticas de Twitter, y permitió que el ex presidente Donald J. Trump regresara a la red social tras haber sido vetado porque sus tuits podrían incitar a la violencia. La semana pasada, Musk propuso una amnistía generalizada para las cuentas que habían sido suspendidas por el liderazgo anterior de Twitter.
Así mismo, el martes dio por terminada la observancia de la política contra desinformación en materia de COVID.
Sin embargo, Musk ha negado alegaciones con respecto a que el discurso de odio se ha incrementado en Twitter bajo su gestión. El mes pasado, Musk tuiteó una gráfica con tendencia decreciente que, según él, mostraba que “las impresiones del discurso de odio” habían caído en un tercio desde que asumió la dirección de la plataforma. Musk no facilitó cifras básicas ni detalles sobre cómo estaba midiendo el discurso de odio.
Cambios en el Twitter de Elon Musk Reformas veloces.
Elon Musk ha maniobrado rápidamente para renovar Twitter a partir de que finalizó la adquisición de la red social por 44 mil millones de dólares en octubre. Musk alertó sobre un panorama financiero sombrío y la necesidad de nuevos productos. He aquí un vistazo a algunos de los cambios hasta el momento:
- Privatización.
Como parte de la adquisición de Twitter a manos de Musk, las acciones de la compañía fueron retiradas de la bolsa y ya no están en poder de accionistas públicos. Hacer de Twitter una empresa privada le otorgó a Musk algunas ventajas, que incluyen no tener que hacer declaraciones financieras trimestralmente. Las compañías privadas también están sujetas a menos escrutinio normativo.
- Despidos.
Casi una semana después de haber cerrado el trato, Musk eliminó a casi la mitad de la fuerza laboral de Twitter, es decir, casi 3,700 empleos. Los despidos golpearon a muchas divisiones en la compañía, como las unidades de ingeniería y aprendizaje automático, los equipos que gestionaban la moderación de contenidos y los departamentos de ventas y publicidad.
- Suscripciones por verificación.
Twitter comenzó a cobrar a su clientela 7.99 dólares mensuales por recibir en sus perfiles la codiciada insignia de verificación. Pero, después de que algunas personas usuarias explotaran el servicio de suscripción para crear caos en la plataforma al pretender ser marcas de alto perfil y mandar tuits disruptivos, este servicio fue puesto en pausa.
- Moderación de contenidos.
Poco después de concluir la compra de Twitter, Musk declaró que la compañía crearía un consejo de moderación de contenidos para decidir qué tipo de publicaciones debería mantener en la plataforma y cuáles debería bajar. Sin embargo, las empresas anunciantes han dejado de gastar en Twitter por temor a que Musk debilite las reglas sobre contenidos en esta red social.
Otros posibles cambios.
Mientras Musk y su equipo de asesores buscan maneras para generar más ingresos en la compañía, se ha dicho que han discutido la posibilidad de añadir mensajes directos pagados, los cuales podrían permitir que las y los usuarios enviaran mensajes privados a otros usuarios y usuarias de alto perfil. La compañía también ha registrado documentos que preparan el camino para que Twitter pueda procesar pagos.
El jueves, Musk declaró que la cuenta de Kanye West, restringida en octubre por un incidente ocasionado a raíz de un tuit antisemita, sería suspendida de manera indefinida después de que el rapero, conocido como Ye, tuiteara la imagen de una cruz gamada dentro de una estrella de David. A través de un tuit, Musk dijo el viernes que Twitter publicaría “las impresiones de discurso de odio” cada semana, y coincidió en que dicho discurso de odio se había disparado la semana anterior debido a las publicaciones antisemitas de Ye.
Los cambios en el contenido de Twitter no sólo tienen implicaciones sociales, sino que también afectan las utilidades netas de la compañía. Las empresas de publicidad, responsables de cerca del 90 por ciento de los ingresos de Twitter, han reducido sus gastos en la plataforma mientras esperan a ver cómo se desempeña ésta bajo Musk. Algunas empresas de publicidad han declarado estar preocupadas por la posibilidad de que la calidad de las discusiones en Twitter se vea afectada.
El miércoles, Twitter buscó tranquilizar a las y los publicistas a propósito de su compromiso con la seguridad en línea.
“La seguridad de las marcas es posible únicamente cuando la seguridad humana es la prioridad número uno,” escribió la compañía en una entrada de su blog. “Hoy día, todo esto sigue siendo verdadero.”
De acuerdo con un vocero de la Unión Europea, este llamado a las empresas publicitarias
coincidió con la reunión entre Musk y Thierry Breton, comisario europeo en materia digital, en la cual discutieron sobre moderación y regulación de contenidos. Breton ha presionado a Musk para que acate la Ley de Servicios Digitales, una legislación europea que solicita a las plataformas de redes sociales la reducción de daños en línea, a riesgo de enfrentar multas y otras sanciones
El vocero declaró que Breton tiene planes de visitar la sede de Twitter en San Francisco a
principios del siguiente año para llevar a cabo una “prueba de esfuerzo” en cuanto a su habilidad para moderar contenidos y combatir la desinformación.
Las y los investigadores expresaron que, dentro del propio Twitter, el incremento en el discurso de odio, en las publicaciones antisemitas y demás contenido problemático habría comenzado desde antes de que Musk flexibilizara las reglas de contenido en la plataforma. También declararon que lo anterior sugiere la posibilidad de que un incremento adicional esté en camino.
En caso de que esto suceda, es incierto si Musk contará o no con políticas para lidiar con el discurso problemático o, incluso de tenerlas, si Twitter dispondrá de suficiente personal como para mantenerse al corriente en la moderación. A lo largo del mes pasado, Musk ha despedido, cesado o aceptado la renuncia de más de la mitad del personal de la compañía, incluyendo a quienes trabajaban para eliminar de la plataforma el acoso, la injerencia extranjera y la desinformación. Yoel Roth, director de confianza y seguridad de Twitter, fue una de las personas que renunciaron.
La Liga Antidifamación, que regularmente presenta reportes ante Twitter por tuits antisemitas y hace seguimiento de qué publicaciones han sido eliminadas, expresó que la compañía ha pasado de tomar medidas en el 60 por cierto de los tuits reportados a actuar únicamente en el 30 por ciento de los mismos.
“Le hemos recomendado a Musk que Twitter no sólo debería mantener las políticas que han estado en vigor desde hace años, sino que también debería dedicar recursos para esas políticas,” declaró Yael Eisenstat, vicepresidenta de la Liga Antidifamación, quien se reunió con Musk el mes pasado.
Eisenstat dijo que Musk no parecía interesado en aceptar las recomendaciones de grupos por los derechos civiles y otras organizaciones.
“A la fecha, sus acciones muestran que no está comprometido con un proceso transparente que incorpore las mejores prácticas que hemos aprendido de los grupos de la sociedad civil. En vez de eso, Musk ha envalentonado a personas racistas, homófobas y antisemitas.”
declaró Eisenstat.
La falta de acción se extiende a nuevas cuentas asociadas con grupos terroristas y con otros tipos de grupos extremos que Twitter había suspendido anteriormente. En los primeros 12 días después de que Musk asumió el control de la red social, fueron creadas 450 cuentas afiliadas al Estado Islámico, de acuerdo con el Instituto de Diálogo Estratégico (Institute for Strategic Dialogue), un grupo de personas expertas que estudian plataformas en línea
Otras compañías de redes sociales también están cada vez más preocupadas por cómo se están moderando los contenidos en Twitter.
El mes pasado, Meta —la compañía dueña de Facebook e Instagram—descubrió en sus
plataformas cuentas asociadas a campañas de influencia, respaldadas por los Estados ruso y chino, y trató de alertar a Twitter, según información de dos miembros del equipo de seguridad de Meta quienes pidieron no ser nombrados porque no tienen autorización para hablar de manera pública. Las dos compañías tienen comunicación frecuente acerca de estos temas, ya que las campañas extranjeras de influencia habitualmente incluyen enlaces a cuentas falsas en Twitter desde Facebook.
Pero esta ocasión fue distinta. De acuerdo con las personas empleadas por Meta, los correos electrónicos que enviaron a sus colegas en Twitter rebotaron o no fueron respondidos, una señal de que dichos colegas pudieron haber sido despedidos.
Sheera Frenkel es una premiada reportera de tecnología, establecida en San Francisco. En 2021, Frenkel, junto con Cecilia Kang, publicó “Una verdad desagradable. Al interior de la batalla de Facebook por la dominación” (An Ugly Truth: Inside Facebook’s Battle for Domination). @sheeraf
Kate Conger es una reportera de tecnología en la oficina de San Francisco, donde cubre gigeconomy1 y redes sociales. @kateconger
1 Nota de la traductora: gig economy, o “economía de bolos”, refiere a la contratación esporádica y flexible de personas trabajadoras independientes que no tienen relación laboral estable con las empresas que las emplean, como sucede con Uber y Airbnb.